domingo, 11 de junio de 2017

La Línea Básica del Partido - Capítulo IV del libro "Una Comprensión Básica del PCCh"



Nota DPCP:
El blog "Defensa del PCP", a partir de hoy, pondrá a su disposición el libro "Una Compresión Básica del Partido Comunista de China", separado por capítulos a modo de correción de los posibles errores de tipeo y posteriormente compartiremos el libro completo en un solo archivo PDF.
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Capitulo IV

La Línea Básica del Partido


         Los estatutos del partido adoptados durante el X Congreso reafirmaron una vez más la línea básica del partido para todo el periodo histórico del socialismo. Todos los miembros del partido deben estudiar conscientemente esta línea básica, comprenderla en profundidad y elevar su nivel de conciencia en cuanto a cómo aplicarla.



·       La Línea Básica es el Alma del partido



El Presidente Mao nos enseña que “el que sea correcta o no la línea ideológica y política lo decide todo” (60) y que “para llevar la revolución a la victoria, un partido político debe depender de lo correcto de su propia línea política y la solidez de su propia organización”. (61) esto nos muestra claramente que si el partido político proletario quiere llevar la causa revolucionaria a la victoria, debe necesariamente defender una línea marxista-leninista. Si la línea del partido es correcta, entonces aun cuando no tenga soldados, los tendrá; aunque no tenga el poder, tomará el poder. Si la línea de un partido es incorrecta, entonces aunque controle los gobiernos nacionales y local y controle el ejército, enfrentará su caída. Esta es una verdad que las experiencias históricas de nuestro partido y las del movimiento comunista internacional han corroborado una y otra vez.

  El Presidente Mao ha formulado la línea básica para todo el período histórico del socialismo así: “la sociedad socialista cubre un período histórico considerablemente largo. En el período histórico del socialismo, aún existen clases, contradicciones de clase y lucha de clases, existe el peligro de la restauración capitalista. Debemos reconocer el carácter prolongado y complejo de esta lucha. Debemos agudizar nuestra vigilancia. Debemos realizar educación socialista. Debemos comprender y manejar correctamente las contradicciones de clase y la lucha de clases, diferencias las contradicciones entre nosotros y el enemigo de aquellas en el seno del pueblo y manejarlas correctamente. De otra forma un país socialista como el nuestro se convertirá en su opuesto y degenerará, y tendrá lugar a una restauración capitalista. De ahora en adelante debemos recordar esto cada año, cada mes y cada día de modo que podamos mantener comprensión relativamente sobria de este problema y tener una línea marxista-leninista”. (62) Esta línea básica del partido está basada en el marxismo-leninismo; es el alma de nuestro partido, la antorcha que ilumina todo nuestro trabajo, la garantía esencial del triunfo de la revolución y construcción socialistas. Si nos apartamos de esta línea en cualquier trabajo, corremos el riesgo de cometer errores de derecha y de “izquierda”. Defendiendo esta línea, es posible unir al pueblo de las diferentes nacionalidades de nuestro país y movilizar todos los factores positivos. Al defender esta línea, podemos fortalecer continuamente la dictadura del proletariado en nuestro país y lograr aún mayores victorias en la revolución y construcción socialistas.

Esta línea básica formulada por el Presidente Mao enriquece y desarrolla la doctrina marxista-leninista respecto de la lucha de clases en todo el período de transición del capitalismo al comunismo. Arroja luz sobre las leyes objetivas que gobiernan la lucha de clases en la sociedad socialista, y resuelve tanto en la teoría como en la práctica los problemas de fortalecer la dictadura del proletariado y de impedir la restauración capitalista.

La línea básica del partido refleja correctamente las contradicciones de clase y la lucha de clases en la sociedad socialista, y señala claramente que las contradicciones principales de la sociedad son las existentes entre las dos clases: la burguesía y el proletariado, y entre los dos caminos: el camino socialista y el camino capitalista. Subraya la importancia de fortalecer y consolidar la dictadura del proletariado; advierte al partido que debe tener una firme comprensión del carácter prolongado y complejo de la lucha de clases y que no debe relajar su vigilancia.

La línea básica del partido establece las tareas estratégicas y los objetivos generales del partido en continuar la revolución bajo la dictadura del proletariado: derrocar completamente a la burguesía y todas las otras clases explotadoras; remplazar el capitalismo con el socialismo; eliminar la explotación; eliminar las clases y las diferencias de clase; y preparar las condiciones para la transición al comunismo.

La línea básica del partido expresa el principio general de que es necesario diferenciar claramente los dos tipos de contradicciones –aquellas entre nosotros y el enemigo y las existentes en el seno del pueblo- y manejarlas correctamente. Este principio constituye la base y la regla que emplea el partido para determinar su política concreta; también proporciona la orientación general que guía la correcta aplicación de esta política. Si confundimos estos dos tipos de contradicciones cometeremos errores en nuestro trabajo. Si tomamos lo que de hecho es una contradicción entre nosotros y el enemigo por una contradicción entre las filas del pueblo, es decir, si confundimos enemigos y amigos y no diferenciamos entre ellos, cometeremos errores derechistas. Si, de otra parte, tomamos lo que de hecho es una contradicción en las filas del pueblo, por una contradicción entre el enemigo y nosotros, si dirigimos nuestros golpes contra demasiada gente, cometeremos errores “izquierdistas”. En ambos casos el resultado será apartarnos de la línea básica del partido.

“Debemos recordar” la línea básica del partido “cada año, cada mes y cada día”, tener siempre la mente clara y en ningún momento olvidar la lucha de clases y la consolidación de la dictadura del proletariado.

La línea correcta siempre existe mediante comparación con la línea incorrecta, y es en lucha contra esta última que se desarrolla. De este modo, ha sido en el curso de la lucha contra las líneas oportunistas –en particular las líneas revisionistas de Liu Shao-chi y Lin Piao- que se ha podido desarrollar la línea básica del partido.

Ya desde marzo de 1949, cuando la revolución china estaba a punto de pasar de la etapa de la revolución de nueva democracia a la de revolución socialista, el Presidente Mao, en su informe al II Pleno del VII Comité Central, señalaba que después de la toma del Poder en todo el país por el proletariado, la contradicción principal en el país sería “la contradicción entre la clase obrera y la burguesía”. (63) Después de la fundación de la Nueva China, el Presidente Mao determinó de nuevo la orientación de los principios políticos a los cuales debemos adherirnos, así como las etapas en la transformación socialista de la agricultura, de las artesanías, y del comercio y la industria capitalistas, lanzando por lo tanto una serie de luchas contra la burguesía en los frentes económico, político e ideológico, y dirigiendo al pueblo en su victorioso avance por el camino del socialismo. Sin embargo, Liu Shao Chi se opuso con toda su fuerza a la línea revolucionaria del Presidente Mao. Defendía abiertamente que “entre más explotación hay, mejor serán las cosas”; emitió la consigna reaccionaria de “consolidación del orden de nueva democracia” y se opuso a la preparación de las condiciones para lanzar la revolución socialista en el país en todos los frentes; lo que quería era prolongar la existencia de las fuerzas capitalistas y desarrollarlas.

En 1956 cuando la transformación socialista de los medios de producción había sido lograda en su mayor parte en nuestro país, ¿aún existían las clases, la lucha de clases y las contradicciones de clase? ¿La contradicción entre el proletariado y la burguesía seguía siendo la contradicción principal en nuestra sociedad? Estas cuestiones se convirtieron en el punto central de la lucha de entre las dos líneas. En esa época, Liu Shao-chi difundía falacias como “la extinción de la lucha de clases” y la “teoría de la primacía de las fuerzas productivas”. Afirmaba que la cuestión de si el socialismo o el capitalismo prevalecerían en nuestro país “ya estaba decidida”. Junto con Chen Po-ta, Liu Shao-chi propagó la idea de que la contradicción principal para nosotros ya no era la contradicción entre el proletariado y la burguesía, sino que lo era “la contradicción entre el sistema socialista avanzado y las fuerzas productivas atrasadas”. Sin conocimiento del Presidente Mao, estos renegados pasaron de contrabando estas falacias en la Resolución aprobada por el VIII Congreso. (64) El Presidente Mao se dio cuenta de este problema justo después, y les criticó sus errores severamente. A comienzos de 1957, el Presidente Mao publicó una de sus grandes obras, Sobre el Tratamiento Correcto de las Contradicciones en el Seno del Pueblo, en la que claramente explica que después de que ha sido cumplida en lo principal la transformación socialista de la propiedad de los medios de producción, aún existen clases, contradicciones de clase y lucha de clases y que la cuestión de si prevalecerá el socialismo o el capitalismo aún no se había decidido. En esta obra también muestra que la lucha de clases entre el proletariado y la burguesía continuará por un largo tiempo, que estará lleno de vueltas y revueltas y que a veces será muy aguda. El llamó a todo el partido y el pueblo a llevar la revolución socialista hasta el fin en todos los frentes. Estos lineamientos teóricos hicieron añicos a los disparatados desvaríos de Liu Shao-chi y compañía sobre la “extinción de la lucha de clases”, y nos mostró claramente la orientación a adoptar para continuar la revolución bajo la dictadura del proletariado.

En 1959, en la época de la crítica a la línea oportunista de derecha de Peng Teh-huai, (65) el Presidente Mao enfatizó firmemente: “La lucha en Lushan es una lucha de clases, una continuación de la lucha a muerte entre las dos principales clases antagónicas, la burguesía y el proletariado, una lucha que se ha continuado en la revolución socialista durante los últimos diez años”. (66) Le enseñó al partido a reconocer el carácter prolongado de esta lucha. En septiembre de 1962, durante el X Pleno del VIII Comité Central, el Presidente Mao sintetizó una vez más la experiencia histórica de la dictadura del proletariado en nuestro país y el mundo, y formuló en una forma aún más comprehensiva la línea básica del partido para todo el período histórico del socialismo. Pero Liu Shao-chi y su camarilla salieron una vez más a falsificar y oponerse a la línea básica del partido. Durante el movimiento de educación socialista (67) ellos desplegaron absurdidades tales como “la contradicción entre los cuatro puros y los cuatro impuros” y el “entrelazamiento de las contradicciones dentro y fuera del partido” con el fin de oponerse a la línea básica del partido, ocultar la lucha entre las dos clases, los dos caminos y las dos líneas, y ocultar la lucha entre las dos clases, los dos caminos y las dos líneas, y desviar el movimiento de oposición a los miembros dirigentes seguidores del camino capitalista. En enero de 1965, en la conferencia nacional del trabajo convocada por el Buró Político del Comité Central el Presidente Mao señaló en respuesta a las falacias de Liu Shao-chi y su ralea: “La contradicción de clase, la lucha de clases entre el proletariado y la burguesía y la lucha entre el camino socialista y el camino capitalista existe en todo el período de transición. Nos desviaríamos si olvidamos esta teoría y práctica fundamentales de nuestro partido durante los últimos doce años o algo así”. (68) La Gran Revolución Cultural Proletaria y el movimiento de crítica a Lin Piao y rectificación del estilo de trabajo, librados por todo el partido y el pueblo bajo la dirección del Presidente Mao, así como la serie de importantes directivas emitidas en el curso de estos movimientos, defendieron y desarrollaron la línea básica del partido.

Después de aplastar a la renegada camarilla de Liu Shao-chi, nuestro partido libró una aguda lucha contra la camarilla anti-partido de Lin Piao y Chen Po-ta sobre la línea del IX Congreso. Lin Piao y Chen Po-ta se opusieron a continuar la revolución bajo la dictadura del proletariado. Ellos difundieron la “teoría de las fuerzas productivas” y se opusieron a la revolución socialista, asi como a la línea básica del partido. Esto muestra que la lucha contra Lin Piao y Chen Po-ta fue por supuesto una lucha sobre si se defendía o se deformaba la línea básica del partido.

Durante la Gran Revolución Cultural Proletaria, aplastamos tanto a la camarilla renegada de Liu Shao-chi como a la camarilla anti-partido de Lin Piao, y logramos grandes victorias. Pero de ninguna manera ha finalizado la lucha sobre si vamos a cambiarla –debemos librar esta lucha durante un largo tiempo. (69) Todos los miembros del partido deben ver la línea básica del partido desde la amplia perspectiva de la consolidación de la dictadura del proletariado y la prevención de la restauración capitalista. Deben tenerlo siempre en mente, poniéndose ellos mismos a la cabeza de las amplias masas revolucionarias en la lucha por mantener y preservar esta línea.



·       Debemos Reconocer Plenamente el Carácter Prolongado de la Lucha de Clases y la Lucha de Dos Líneas

   Para adherir a la línea básica del partido, debemos primero reconocer el carácter duradero de la lucha de clases durante el período del socialismo, prepararnos mentalmente para ella en todos sus diversos aspectos, e imbuirnos con la idea de librar una lucha prolongada.

         Lenin señaló: “La transición del capitalismo al comunismo representa toda una época histórica. Hasta que esta época haya terminado, los explotadores inevitablemente abrigarán la esperanza de restauración, y esta esperanza es convertida en intentos de restauración”. (70) La sociedad socialista se extiende por un período histórico bastante largo durante el cual se mantiene la lucha entre el proletariado y la burguesía. Esta lucha no acabará hasta que las clases hayan sido totalmente abolidas. Desde la función de nuestro estado, las realidades de la lucha de clases y la lucha entre las dos líneas nos han enseñado que, cada tantos años, los enemigos de clase reaparecen en escena. Aun cuando hayan sufrido graves y repetidas derrotas y se hayan encontrado con constantes y vergonzosos reveses, es imposible que ellos que no continúen sublevándose –esto está determinado por su carácter de clase. El árbol quisiera estar en calma pero el viento no para. Los enemigos de clase siempre continuarán levantándose desafiando al proletariado –esta es una ley objetiva independiente de la voluntad del hombre. Por lo tanto, no debemos creer que ya hemos logrado unas cuantas victorias en la lucha podemos relajar nuestra vigilancia y descansar satisfechos. Por el contrario, debemos ver claramente que porque hemos repelido unos cuantos ataques del enemigo de clase, eso no significa que la clase reaccionaria en su conjunto ha sido eliminada. Ni debemos creer que porque hemos logrado unas cuantas victorias en la lucha de dos líneas, no habrá más luchas en el futuro. Es sólo comprendiendo firmemente el carácter prolongado y complejo de estas luchas, comprendiendo las leyes de la lucha de clases en la época del socialismo que podemos implementas y defender la línea básica del partido.

  El Presidente Mao ha dicho: “La oposición y lucha entre ideas de diferente tipo ocurre constantemente dentro del partido; esto es un reflejo dentro del partido de las contradicciones entre las clases y entre lo nuevo y lo viejo en la sociedad”. (71). La lucha de clases en la sociedad inevitablemente tiene su reflejo dentro del partido, y aparece de manera concentrada en la forma de lucha de dos líneas dentro del partido –esto también es una ley objetiva. La razón por la que no puede haber duda de que la lucha de clases en la sociedad tiene su reflejo en el partido es que nuestro partido no vive en un vacío, sino en una sociedad en la que existen las clases, y es posible que la ideología burguesa, la fuerza de los viejos hábitos y las tendencias de pensamiento del revisionismo internacional, afecten y envenenen el organismo de nuestro partido. Además, el imperialismo y el socialimperialismo utilizan todos los canales posibles en sus intentos por derrocar nuestro estado de dictadura del proletariado, y por lo tanto buscan por todos los medios de conseguir agentes dentro de nuestro partido. Siempre es posible que gente de nuestro partido se dejen corromper por el enemigo, se dejen degenerar hasta el punto en que se conviertan en agentes del enemigo de clase. Las 10 grandes luchas de dos líneas por las que ha pasado nuestro partido en el curso de sus 50 años de historia (72) han sido todas reflejo dentro del partido de la lucha de clases a nivel nacional e internacional. De esta forma fue en la época de la revolución de nueva democracia, y de esta forma sigue siéndolo en la época del socialismo. Durante la Gran Revolución Cultural Proletaria, cuando fracasó la camarilla renegada de Liu-Shao-chi, la camarilla anti-partido de Lin Piao constituye un duro golpe a los enemigos tanto internos como externos.

         El carácter prolongado de la lucha de clases en la sociedad determina el carácter prolongado de la lucha de dos líneas dentro del partido. Mientras existan los caminos socialistas y capitalista, el peligro de restauración capitalista, y la amenaza de subversión y agresión por parte del imperialismo y el socialimperialismo, también continuará la lucha de dos líneas dentro del partido, que es el reflejo de estas contradicciones. Posiblemente esta lucha se manifestará otras 10, 20 o 30 veces, y es posible que personas como Lin Piao, Wang Ming, Liu Shao-chi, Pen Teh-huai y Kao Kang (73) aparezcan de nuevo –esto es algo independiente de la voluntad del hombre. Algunos camaradas están sorprendidos por la aparición de importantes luchas de dos líneas dentro del partido –esto es básicamente un resultado de que no tienen una comprensión suficientemente clara del carácter prolongado de la lucha de clases y la lucha de dos líneas durante el periodo del socialismo. Ellos no comprenden que el carácter prolongado de estas luchas se manifiestan como los flujos y reflujos de la marea –ora alta, ora baja. “Alta” o “baja” son sólo las diferentes apariencias que puede tomar la lucha de clases; no representan una diferencia entre la presencia y ausencia de estas luchas. De la misma forma, “flujo y reflujo” no significan “existencia y desaparición”. Sólo si captamos firmemente el carácter prolongado de la lucha de clases y la lucha de dos líneas podremos comprender las leyes que gobiernan sus flujos y reflujos, sus mareas altas y mareas bajas, y las vueltas y revueltas de estas luchas. Sólo entonces estaremos completamente preparados, estaremos en posición de tomar la iniciativa en la lucha de clases y en la lucha entre las dos líneas –no importa con qué disfraz se cubra el enemigo de clase- y nos permitirá seguir el desarrollo de los acontecimientos, dirigirlos, y así garantizar la victoria de la revolución.


·       Debemos Tener el Espíritu Revolucionario de Ir Contra la Corriente

Para persistir en implementar la línea básica del partido, debemos tener el espíritu revolucionario de ir contra la corriente. Ir contra la corriente significa apegarse firmemente al marxismo y luchar resueltamente contra el oportunismo, el revisionismo y todas las tendencias erróneas. A nivel internacional, esto significa luchar contra las contracorrientes imperialistas, revisionistas y todas las contracorrientes reaccionarias; internamente, significa oponerse a todas las líneas oportunistas, a todas las tendencias ideológicas no-proletarias. Persistiendo en seguir la línea básica del partido, sin duda enfrentaremos todo tipo de ataques de parte de las tendencias reaccionarias, tanto dentro como fuera del partido y tanto dentro como fuera del país. Por esto es por lo que debemos permanecer racionales en todas las circunstancias, llevar a cabo continuamente investigación y análisis de la situación predominante en la lucha de clases, y captar claramente que una tendencia encubre otra, exhibir el espíritu proletario de ir contra la corriente, implementar firmemente la línea revolucionaria del Presidente Mao, y luchar contra todas las líneas y tendencias erróneas que se oponen a la orientación socialista, y que amenazan la revolución.

     El Presidente Mao nos enseña que “Ir contra la corriente es un principio marxista-leninista”. (74) El marxismo-leninismo es, en su esencia, crítico y revolucionario. El proletariado es la clase revolucionaria, la más grandiosa clase. Quiere poner fin a la opresión y a la dominación de la burguesía, acelerar la caída del viejo mundo con el fin de establecer la sociedad comunista, y esta misma revolución es una gloriosa acción que va contra la corriente. Durante todas sus vidas, Marx y Engels nunca dejaron de combatir contra quienes levantaban las banderas del dizque “socialismo”, y confrontaron a todas las tendencias reaccionarias de pensamiento y a sus representantes y, con la heroica actitud de intrépidos proletarios, libraron una lucha medida por medida. Las luchas de Lenin y Stalin contra todo tipo de oportunismo y sus representantes constituyen también un modelo del espíritu de ir contra la corriente. (75). El Presidente Mao es el representante y maestro de nuestro partido y lo ha imbuido con el espíritu de ir contra la corriente y persistir en la línea correcta. El Presidente Mao no sólo ha confrontado –en las 10 luchas de dos líneas dentro del partido- todas las tendencias oportunistas, sino que también le hizo frente en el movimiento comunista internacional a la contracorriente del moderno revisionismo representado por los revisionistas soviéticos. Él ha defendido y desarrollado el marxismo-leninismo y nos ha dado un brillante ejemplo de lo que significa ir contra la corriente. Así, es por medio de ir contra la corriente que nació y se ha desarrollado el marxismo-leninismo. Es también por medio de ir contra la corriente que la causa de la revolución, dirigida por el partido político del proletariado, progresará continuamente.

   Para ir contra la corriente, primero que todo hay que atreverse a hacerlo. Cuando la línea está en cuestión, cuando la situación general está en juego, un verdadero comunista debe actuar en favor del interés común y atreverse a ir contra la corriente sin temer a ser removido de sus cargos, expulsado del partido, encarcelado, herido o divorciado. Los comunistas abogan por los intereses de la gran mayoría del pueblo de China y del mundo. Para ser fieles a la línea básica del partido, deben atreverse a persistir por el camino correcto, atreverse a afrontar las tormentas, estar completamente dedicados al bien común, y a marchar heroicamente adelante. Sólo la completa ausencia de motivaciones egoístas le permite a una persona ser intrépida. Cuando se levanta una tendencia errónea hacia nosotros como una ola, la única forma de poder der fieles a las posiciones del proletariado y luchar resueltamente contra esta tendencia errónea es con una audacia revolucionaria proletaria y una mente libre de todo temor. Si una persona se comporta de forma egoísta, siempre pensando en sus propios intereses, siempre ponderando lo que pueda perder o lo que pueda ganar, si le teme a todo, entonces será incapaz de enfrentarse y oponerse a la tendencia errónea, o de defender la línea revolucionaria proletaria del Presidente Mao. Para desarrollar este espíritu revolucionario de ir contra la corriente, todo miembro de nuestro partido debe sacar inspiración de los brillantes ejemplos de ir contra la corriente que nos han dado los grandes maestros revolucionarios.

         Para ir contra la corriente, la cuestión no es sólo si una persona se atreve o no, sino también si es capaz o no de detectar la tendencia errónea. La lucha de clases y la lucha de dos líneas de la época del socialismo son sumamente complejas, y cuando sucede que una tendencia encubre otra, muchos camaradas no son suficientemente cuidadosos. Al mismo tiempo, quienes están urdiendo complots e intrigas deliberadamente tratan de presentar falsas apariencias y de pescar en aguas revueltas, haciendo aún más difícil para nosotros detectarlos. Sin embargo, las líneas y tendencias erróneas tienen una existencia objetiva, y, de acuerdo con el punto de vista el materialismo dialectico, todo lo que es objetivo es cognoscible. Si nuestra visión no es lo suficientemente buena, tenemos que utilizar el microscopio y el telescopio del marxismo-leninismo-pensamiento Mao tsetung. (76). Si estudiamos asiduamente los clásicos marxistas-leninistas y las obras del Presidente Mao, si tomamos parte activa en la lucha práctica, y si transformamos conscientemente nuestra concepción del mundo, podremos mejorar gradualmente nuestra capacidad de distinguir entre el verdadero marxismo y el falso y la línea correcta de la línea incorrecta. Armados de este modo, cuando surge una tendencia errónea, podremos tener claras opiniones e ideas, no nos dejaremos engañar por las apariencias y podremos luchar valientemente contra ésta.

         Para ir contra la corriente, no es suficiente simplemente ser firmes en los principios, también es necesario aplicar correctamente los principios políticos, distinguir entre la línea correcta y la línea incorrecta, y prestar atención a unir a la mayor cantidad de gente. La lucha de clases y la lucha de dos líneas en la época del socialismo son sumamente complejas –es fácil confundir las contradicciones entre nosotros y el enemigo con las contradicciones en el seno del pueblo, y no es posible ver todo claramente de una mirada. Ir contra la corriente requiere que implementemos una correcta política y que distingamos entre los diferentes tipos de contradicciones. Para ir contra la corriente también debemos respetar la disciplina del partido son inseparables. Ambas apuntan a preservar la corrección de la línea del partido.  Por esto es por lo que, cuando mostramos el espíritu de ir contra la corriente, también debemos respetar la disciplina proletaria, con el fin de garantizar la completa implementación de la correcta línea política y los principios del partido.


·       Debemos Manejar Correctamente la Relación Entre el “Eslabón Clave” y “Toda la Cadena”

Para persistir en implementar la línea básica del partido, es necesario que el “eslabón clave” esté al mando de la “cadena”. En otras palabras, es necesario manejar correctamente la relación entre la línea básica del partido por una parte, y la línea para el trabajo concreto y las medidas concretas por la otra.

         En sí misma la cuestión de la línea es parte de la superestructura ideológica, pero debido a que representa de forma concentrada los intereses, las aspiraciones y la concepción del mundo de una clase determinada, constituye el principio básico que guía toda acción. La línea básica del partido nos permite resolver contradicciones principales de la época del socialismo, y por esto es por lo que ocupa la posición de mando. Es importante tanto en la revolución como en la construcción, y constituye el principio básico en nuestro trabajo.

         El Presidente Mao ha dicho: “La línea es el eslabón clave, una vez esgarrado, todo cae en su lugar”. (77).  Todas las organizaciones y miembros del partido deben darle gran importancia a la línea básica del partido y poner el “eslabón clave” al mando de “toda la cadena”. No importa en qué frente estén trabajando los camaradas –industria, agricultura, comercio y finanzas, cultura y educación –cuando llevan a cabo una tarea concreta deben preguntarse siempre a si mismo si están siendo guiados por la línea básica del partido en su trabajo, y si están actuando de acuerdo con la orientación general del socialismo y los intereses básicos del proletariado. Si olvidamos la línea básica del partido y sólo nos preocupamos por la línea para el trabajo concreto y las medidas concretas –en resumen, si nos preocupamos sólo por la “cadena” mientras olvidamos el “eslabón clave”, nos convertimos en revolucionarios que actuamos a ciegas, sin ninguna claridad de pensamiento, y corremos el riesgo de tener una visión de las cosas cada vez más miope. Si al mirar un problema, sólo vemos los diversos fenómenos involucrados sin ver la esencia, si en las cosas que hacemos sólo vemos los intereses inmediatos sin pensar en los intereses a largo plazo del partido y del pueblo, entonces nos volvemos incapaces de distinguir las cosas que están basadas en la línea de las que son ajenas a ella. De esta forma no sólo somos incapaces de llevar a cabo correctamente el trabajo concreto, sino que también corremos el riesgo de desviarnos, perdiendo nuestra orientación, y esto es muy peligroso.

         Asir firmemente la línea básica del partido como el “eslabón clave” de ninguna manera significa descuidar las tareas y medidas concretas. Si no llevamos a cabo realmente las tareas y medidas concretas, la implementación de la línea básica del partido se convierte en una expresión carente de todo significado. Por lo tanto todas las organizaciones y miembros del partido guiados por la línea básica del partido –deben hacer más estudio e investigación y confiar en las masas para llevar a cabo todo el trabajo concreto conscientemente. Es sólo al combinar estrechamente la implementación de la línea básica del partido con la implementación de la línea para las diversas tareas y medidas concretas, a la vez que se lleva a cabo el movimiento de lucha-critica-transformación (78) en la manera adecuada que podremos cumplir la tarea de consolidar la dictadura del proletariado en todas las unidades básicas.
         Todo comunista debe, en todo momento, en todo trabajo, tener en mente la línea básica del partido, elevando continuamente su nivel de conciencia de la lucha de dos líneas y actuar como un decidido combatiente en la defensa e implementación de la línea básica del partido.

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